GABRIEL JARABA
La reflexión que el presidente Pedro Sánchez propone no le concierne únicamente a él sino a todos sus conciudadanos que le hemos votado, y aún más a quienes creemos que es uno de los grandes líderes de la Europa actual. Es a nosotros quienes corresponde pensar, decidir y actuar: ¿vamos a seguir permitiendo que la derecha reaccionaria de España siga actuando como si el ejercicio del poder le correspondiese por derecho divino, como si el disfrute o ganancia de ese poder le autorizase a arrastrar por el lodo a todo el que se oponga a su dominio, como si la alternancia en el poder fuese una excepción indebida y no una exigencia democrática?
Quienes nos consideramos demócratas de izquierdas –y nótese el sentido italiano de la expresión—estamos frente a una exigencia, colectiva y personal: atajar la acción desvergonzada de esa derecha reaccionaria que amenaza con corromper la democracia mediante la utilización indebida de las instituciones. Hemos de autoconvocarnos a una movilización, cívica e individual a la vez, que asegure la permanencia de los valores propios de una sociedad abierta y plural. Y con ello nuestra acción alcanza más allá de la izquierda: la democracia necesita una derecha digna de tal nombre en lugar de una reminiscencia herrumbrosa del reaccionarismo hispánico que hace ya siglos que es antiguo y viejo. Los izquierdistas necesitamos tener junto a nosotros derechistas como Emmanuel Macron, Angela Merkel o Ursula von de Leyen.
Luchando por la democracia lucharemos por el socialismo. Algunos seguimos creyendo en una palabra que no es sólo una designación política sino un valor de la humanidad. Y muchos pueden sentirse incluidos en la idea socialista aunque no pertenezcan o se sientan próximos a las organizaciones socialdemócratas o laboristas. La presente llamada a la movilización alcanza a la adhesión al socialismo activo y realmente existente. Los que hemos luchado contra el franquismo bajo el apelativo de comunistas conocemos bien lo que el personalismo, el sectarismo y el dogmatismo pueden hacerles a las izquierdas hasta el punto de destruir las organizaciones y desmovilizar a sus miembros. Un panorama organizativo, sociopolítico y cultural como el del socialismo español de hoy es un patrimonio de altísimo valor a considerar por cualquier izquierdista.
De ahí la necesidad de apoyar activamente no sólo el presidente Pedro Sánchez sino al PSOE. No por ellos sino por todos nosotros. Snoopy, ese gran filósofo nacido de la pluma del gran Charles M. Schulz, autor de Charlie Brown, lo dijo una vez: “Snoopy, es que un día nos moriremos”. “Sí, pero todos los demás días no”. Esa es la filosofía de vida que ostentamos nosotros los perros.
