Una confederación entre Francia, Portugal y España para reforzar el proyecto europeo

No se propone «un nuevo estado», sino una alianza estratégica trinacional, conocida con el acrónimo FEP, que busca sumar oportunidades, el progreso de los tres países y reforzar la posición desde el flanco sur de la unidad europea

PAU NOY

Hace tiempo que le doy vueltas. El proyecto de unidad política europeo está estancado y parece que no se encuentra el camino para recuperar la iniciativa política en la escala mundial y en la de la propia Europa. Es necesario impulsar el proyecto europeo hacia una unidad política de acción que sea de verdad, no como ahora, sólo en el plano reglamentista, la moneda única y la libre circulación de personas y bienes –hitos sin duda muy importantes–, sino también para conseguir un mecanismo de gobernabilidad que haga avanzar la unidad europea, logre una fiscalidad única y una verdadera política exterior y de defensa.

El camino es ciertamente complejo y la regla europea de la unanimidad para los temas verdaderamente importantes está bloqueando muchas iniciativas. Muchos coinciden en que es necesario generar un nuevo sistema de toma de decisiones por mayoría, corregido, como sucede en los sistemas confederales, con mecanismos de reequilibrio territorial en ciertas decisiones.

Está claro que Francia, España y Portugal tienen muchos intereses en común. Por proximidad geográfica, por razones de lengua, por intereses bilaterales, los tres son países que necesariamente deben tener interés en crear una unidad política propia para mejorar la calidad de vida de su ciudadanía, fortalecer su economía, generar sinergias y, al mismo tiempo, impulsar desde el sur el proyecto de unidad política europea. Cabe decir que Francia es el destino preferido de los emigrantes portugueses (donde constituyen la tercera comunidad después de Marruecos y Argelia), y que el eje mediterráneo que atraviesa España es la principal vía de comunicación de los magrebíes con Francia.

Con la ayuda de Chagpt, un instrumento que resulta de mucha utilidad en el momento de organizar las ideas que uno tiene en mente, presento esta idea de confederación franco-española-portuguesa que he bautizado con el acrónimo de FEP. Muchas veces he oído hablar de una confederación hispano-lusa, y soy partidario, pero hasta la fecha nunca oí hablar de una confederación trinacional entre estos tres países de raíz cultural latina comuna. A ver qué tal.

La propuesta de Confederación FEP y las bases políticas generales

Podemos imaginar esta confederación FEP como un acuerdo flexible y gradual que no sustituya a la UE sino que levante el listón del ideal de unidad política y, al mismo tiempo, lo encaje como lo hacen el Benelux o el Consejo Nórdico, pero con mucho más peso demográfico, económico y, por tanto, con mucha más fuerza política.

Sería una confederación flexible. Es decir, cada país mantendría la soberanía plena, pero integrándose en instituciones comunes para determinadas cuestiones de interés compartido y que se consideran estratégicas como la energía, las infraestructuras, la cultura y la lengua, ….

Se crea un consejo confederal como órgano intergubernamental, con decisiones tomadas por consenso o por mayoría cualificada según la materia de que se trate.

También se crea un parlamento, pero con carácter consultivo, no legislativo, con representación proporcional, para legitimar las decisiones frente a la ciudadanía.

Se aprueba a la vez una carta común de derechos y valores para reforzar la democracia, el estado de derecho, la cohesión social, el principio político de la sostenibilidad y el combate contra el cambio climático, así como una norma de un gobierno en común con el objetivo de mejorar el bienestar de los tres países, a partir de las aportaciones específicas que cada país realice.

Una política exterior coordinada. Por tanto, búsqueda de posiciones comunes ante la UE, el Mediterráneo y América Latina.

Bases económicas y sectoriales del proyecto

En primer lugar, una apuesta cultural, por la base lingüística común que representan el francés, el castellano y el portugués, además del catalán y el gallego, lenguas románicas todas ellas, mutuamente inteligibles entre sí en un porcentaje altísimo de palabras: por encima del 80%. Es una comunidad lingüística que debe promover su conocimiento en el interior de la confederación, defender su sitio ante la hegemonía del inglés, una lengua que en la UE-27 únicamente es oficial por su cooficialidad en dos países pequeños –Irlanda y Malta, cuya población no llega a los 6 millones de habitantes–, frente a los 130 millones de personas que suman Francia, España y Portugal.

En segundo lugar, las infraestructuras energéticas y los servicios de ferrocarril. Hay que hacer totalmente permeables para el ferrocarril las fronteras franco-española e hispano-lusa, de forma que en una década las tres redes ferroviarias –las de SNCF, Renfe y CP–, se conviertan operativamente en una única red y puedan planificar su expansión en el hinterland de Francia, el Reino Unido, el Benelux, Alemania, Suiza e Italia. Conviene recordar aquí que, cada día, entre Hendaya y la Jonquera, cruzan la frontera 14.000 camiones, y que la cuota ferroviaria internacional de mercancías es ridícula, el 1%. En viajeros, existe un potencial de multiplicar por treinta los actuales viajeros transfronterizos, lo que supondría una fuerte reducción de las emisiones climáticas. Asimismo, Francia, España y Portugal cuentan con un impresionante frente portuario que hay que coordinar para que acabe funcionando como un único elemento en el sur de Europa, mirando hacia el norte.

Y lo mismo para los intercambios de energía eléctrica y, llegado el caso, de hidrógeno. España se ha convertido en el campeón europeo de energía eléctrica renovable, la más económica de todas y la única que tiene la propiedad de emisiones cero, y debe poder compartir este enorme excedente generado con sus países vecinos. La desnuclearización que debe llevarse a cabo en Francia debe contar con el apoyo de la energía ibérica de origen renovable.

En cuanto a la ciencia y la innovación, crear un fondo confederal para I+D+i, con las mejores universidades implicadas y utilizar los potentes centros de cálculo, como el Mare Nostrum de Barcelona (BSC), para impulsar proyectos de inteligencia artificial y otros científicos transnacionales de muy alto nivel. Cabe decir que Cataluña ya pertenece a la Eurorregión Pirineos Mediterráneo (que llega hasta Toulouse), y que también está en el grupo de los 4 motores de Europa, junto con Auvernia-Ródano-Alpes (capital Lyon).

Por lo que se refiere a la agricultura y la pesca, coordinación para defender intereses en la PAC y en la política pesquera europea y hacerlas cada vez más sostenibles.

En el capítulo de turismo: crear una marca y paquetes comunes de promoción internacional de la marca FEP 100% sostenible con itinerarios transfronterizos. Esto podría, por ejemplo, incluir una estrategia de turismo senior sostenible (por tren) entre los tres países –unos viajes del IMSERSO – FEP.

Armonización fiscal gradual. Dar los pasos con vistas a una primera armonización fiscal confederal que más adelante, una vez testada, se elevaría a la consideración de la UE-27.

Para implementar esta atrevida propuesta política, una vez debatida su conveniencia y viabilidad, sería necesario diseñar una hoja de ruta con una primera fase de cooperación reforzada dentro de la UE, seguida de una declaración común de los tres gobiernos con el catálogo de políticas sobre las que se basaría la futura confederación. Y la creación de un Consejo Sur-Europeo de jefes de estado y ministros y el inicio del trabajo en común.

Sin duda se trata de un proyecto ambicioso pero, en mi opinión, conveniente, muy necesario y totalmente viable. No se propone «un nuevo estado», sino una alianza estratégica trinacional –conocida con el acrónimo FEP– que busca sumar oportunidades, el progreso de los tres países y reforzar la posición desde el flanco sur de la unidad europea.

Publicación original: Catalunya Plural

Artículos relacionados
Gabriel Jaraba Online
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.