Qué pretende Hamás con este ataque?

ANDREU CLARET Visité Gaza poco después de la guerra de julio de 2014 entre Hamas e Israel, por razones profesionales, y aprendí dos cosas al ver la devastación que asolaba la franja. Una que ya sabía, a saber, que no habrá paz en Palestina mientras no haya dos estados, en libertad y en unas condiciones de seguridad para sus ciudadanos claramente […]

¿Qué pretende Hamás? ¿Mostrar su fuerza? ¿ ¿Demostrar que ellos, y sólo ellos, mandan en Palestina y que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, es una marioneta? ¿Alertar de que son contrarios a una paz de los países árabes con Israel basada en el sueño de un frente anti-iraní que anhela Arabia Saudí?

ANDREU CLARET

Visité Gaza poco después de la guerra de julio de 2014 entre Hamas e Israel, por razones profesionales, y aprendí dos cosas al ver la devastación que asolaba la franja. Una que ya sabía, a saber, que no habrá paz en Palestina mientras no haya dos estados, en libertad y en unas condiciones de seguridad para sus ciudadanos claramente garantizadas. La segunda, que mientras esto no ocurra cualquier intento por parte de Hamas o la Jihad Islámica, de atacar a Israel, tendrá siempre consecuencias demoledoras para el pueblo palestino. Basta mirar los datos oficiales de víctimas que arrojó aquella guerra de hace diez años: 66 soldados y 5 civiles israelíes muertos y algo menos de 500 heridos, mientras la muerte se abatió sobre Gaza siguiendo la ley del Talión. Más de 2.310 fallecidos entre los palestinos, la mayoría civiles, más de 10.000 heridos y 475.000 desplazados. A la vista de lo que ocurrió entonces resulta lógico preguntarse qué pretende Hamás con este nuevo y mortífero ataque –con miles de misiles e incursiones en territorio israelí sin precedentes– que ha provocado en pocas horas la muerte de decenas de israelíes entre soldados y civiles, y cientos de heridos. Aplíquese la misma regla bíblica que rigió en 2014 y tendrán una idea de la magnitud de la tragedia que se abatirá sobre los dos millones de ciudadanos que viven hacinados en esta cárcel a cielo abierto que es Gaza, en las próximas horas.

 ¿Qué pretende Hamás? ¿Mostrar su fuerza? ¿Demostrar que ellos, y sólo ellos, mandan en Palestina y que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, es una marioneta? ¿Alertar de que son contrarios a una paz de los países árabes con Israel basada en el sueño de un frente anti-iraní que anhela Arabia Saudí? Todo esto ya se sabía. Cómo también se sabe, aunque se hable poco de ello, que el gobierno de Israel alienta una política suicida de colonización sistemática de territorios reconocidos como palestinos por Naciones Unidas. Algunos medios palestinos cercanos a Hamas hablan de una respuesta legitima a la deriva cada vez más sectaria del gobierno de Benjamín Netanyahu, pero olvidan que este ya fue el argumento de 2014 y del último encontronazo, en 2021. El año 2023 está siendo el año más mortífero para los palestinos en veinte años, como consecuencia de la acción cada vez más descarada de los colonos. 

¿Resolverá esto la ofensiva de Hamás? En absoluto. Todo lo contrario. Los miles de cohetes lanzados y los ataques armados a poblaciones cercanas a la frontera con Gaza han provocado un pánico lógico entre la población israelí que se no veía desde la guerra del Yom Kippur. Un pánico colectivo que servirá en bandeja argumentos a los sectores más radicales del actual gobierno israelí y que dejará Palestina más sola que antes. Con una excepción, la de Irán, que ha aplaudido la ofensiva y sin cuya colaboración técnica y militar es improbable que esta hubiese tenido tanta envergadura. Puede que haya que ir hasta Teherán para conocer una decisión que no traerá ni la paz ni la tierra a los palestinos sino más bien la muerte, la miseria y la perpetuación del conflicto en Oriente Medio.

Publicación original: El Periódico de España

Artículos relacionados