150 profesores rechazan el discurso “reaccionario” antipantallas y defienden en un manifiesto su uso educativo

Casi 150 profesores y académicos han firmado un manifiesto para defender el uso de las tecnologías digitales con fines educativos y contra las voces que buscan un veto total de las pantallas en las aulas. Estos docentes se oponen a lo que consideran un “movimiento reaccionario en contra del uso de la tecnología de la información y la comunicación (TIC)” que critican que, de cristalizar, perjudicaría la adquisición de competencias digitales por parte del alumnado.

Casi 150 profesores y académicos han firmado un manifiesto para defender el uso de las tecnologías digitales con fines educativos y contra las voces que buscan un veto total de las pantallas en las aulas. Estos docentes se oponen a lo que consideran un “movimiento reaccionario en contra del uso de la tecnología de la información y la comunicación (TIC)” que critican que, de cristalizar, perjudicaría la adquisición de competencias digitales por parte del alumnado.

El Manifiesto a favor del uso de las TIC y el desarrollo de la competencia digital en las aulas, qud ha sido difundido por eldiario.es,  insiste en que prescindir de la tecnología digital en las escuelas “constituye una posición extrema” que no responde a motivos fundamentados. La publicación del texto llega días después de que el Gobierno haya propuesto la prohibición de los móviles en los centros educativos y después de que la Comunidad de Madrid haya anunciado un sello para escuelas e institutos libres de pantallas. En Cataluña, el gobierno de la Generalitat ha anunciado que a partir del próximo curso ningún alumno de infantil (0 a 3 años) y primaria (6 a 12 años) podrá usar su móvil personal. Los de ESO (12 a 16 años) estarán autorizados para llevarlo, pero no podrán utilizarlo en clase. Hacerlo estará “totalmente prohibido”. El veto se extenderá al patio, el comedor, las salidas y las actividades extraescolares que se imparten en el centro.

La iniciativa surgió de un grupo de profesores universitarios que se dedican a la investigación sobre tecnología y educación y a ella se han sumado espontáneamente algunos maestros de Primaria y Secundaria. También está abierta a adhesiones, como la que realizó EDUTEC (la Asociación para el desarrollo de la Tecnología Educativa y de las Nuevas Tecnologías aplicadas a la educación), una organización con presencia en Europa y América Latina, el pasado noviembre.

El manifiesto entra en cuestiones concretas sobre el uso de las TIC en las aulas y defiende que se pueden emplear para un aprendizaje activo, que ofrecen contenidos multimedia que “enriquecen la experiencia” educativa o que facilitan la “personalización” de la enseñanza. Además, los firmantes recuerdan la obligatoriedad de fomentar la competencia digital –incluida en el currículum– y la importancia de cerrar la brecha digital.

También entran a desmentir desde la investigación algunos mitos relacionados con el uso del móvil, como que provoquen miopía o que afecten a las funciones cognitivas de las personas, aunque admiten ciertos efectos perniciosos relacionados con los móviles, pero no por la naturaleza del aparato, sino por un mal uso. Por ejemplo, cuando le quita horas al ocio en la calle, cuando se utiliza como si fuera un libro o porque distrae.

Y concluyen los firmantes: “Instamos a las administraciones educativas y centros escolares a valorar positivamente la integración de las TIC en las aulas, aunque siempre con base a criterios coherentes que pongan la tecnología al servicio de la educación, que se fundamenten con rigor en la nutrida investigación que existe al respecto, y que tengan en cuenta la necesidad de acompañar dicha tecnología de los cambios metodológicos que permiten desplegar su potencial”.

Manifiesto a favor del uso de las TIC y el desarrollo de la competencia digital
en las aulas


Recientemente, en los medios de comunicación y las redes sociales ha surgido un
movimiento reaccionario en contra del uso de las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC) con fines educativos. Sus partidarios proponen desterrar la tecnología
digital de las escuelas, sin importar los beneficios que esta puede aportar en los procesos de
enseñanza y aprendizaje, y olvidando el deber de los centros educativos de educar en el uso
adecuado, eficaz y responsable de una tecnología omnipresente en la sociedad actual y de
promover el desarrollo de la competencia digital de estudiantes y docentes, competencia
básica en el desarrollo de la ciudadanía actual.

Si bien la introducción de las TIC en las escuelas debe realizarse por medio de una
planificación adecuada, que tenga en cuenta los objetivos de aprendizaje y las habilidades
de los alumnos en cada etapa, que contemple los cambios metodológicos oportunos, y que
priorice las estrategias y aquellas herramientas y aplicaciones que realmente aportarán valor
añadido a los procesos de enseñanza-aprendizaje, las personas firmantes de este manifiesto,
investigadores y docentes en diversas áreas de las ciencias de la educación, coincidimos en
que sugerir que las escuelas prescindan de la tecnología digital constituye una
posición extrema que no responde a motivos fundamentados y que puede suponer un
retroceso muy grave para la educación.

A continuación, exponemos los argumentos en que nos basamos para recomendar el uso
de las TIC en las escuelas y rebatimos algunas informaciones infundadas que a menudo se
esgrimen para justificar su destierro.

1. Beneficios y usos de las TIC en el aula:
● Las TIC ofrecen múltiples oportunidades para un aprendizaje activo, mediante el
desarrollo de propuestas didácticas que se apoyan en recursos interactivos
(simuladores, laboratorios virtuales, juegos, etc.) así como en herramientas de
creación. Esto incluye herramientas de comunicación y colaboración que facilitan el
desarrollo de estrategias de aprendizaje colaborativo.
● Los contenidos digitales pueden incluir recursos multimedia (vídeos, animaciones,
audios, etc.), que pueden enriquecer la experiencia de aprendizaje más allá de los
recursos estáticos que puede ofrecer el soporte en papel.
● Los gestores de contenidos y actividades pueden contribuir a una mayor
personalización de la enseñanza y facilitar la atención a la diversidad.

● Los estudiantes con determinadas discapacidades o dificultades de aprendizaje
pueden beneficiarse de herramientas y recursos que facilitan su accesibilidad a los
contenidos y las actividades digitales.
● Las aplicaciones educativas pueden proporcionar feedback a los estudiantes sobre su
desempeño y facilitar procesos de gran valor para el aprendizaje como la
autoevaluación.
● Las aplicaciones educativas pueden ofrecer a los docentes información exhaustiva
sobre el desempeño de los estudiantes para tomar mejores decisiones y desplegar
así estrategias de enseñanza respaldadas por la investigación y la evaluación
formativa.
● Existe un consenso científico general sobre las ventajas que puede ofrecer la
tecnología digital a la educación. Este consenso se refleja en las revisiones
sistemáticas de la literatura científica que aglutinan y analizan el conjunto de estudios
publicados, concluyendo que sus beneficios son evidentes, dadas las condiciones
básicas de planificación, recursos y formación del profesorado.
● Con todo, cabe señalar que las TIC solo generarán oportunidades cuando se integren
de manera adecuada en los contextos educativos. No toda innovación tecnológica
supone una innovación educativa de valor.
2. La necesidad de fomentar el desarrollo de la competencia
digital:
● Las escuelas tienen el deber de educar en el uso responsable y productivo de la
tecnología. Para muchos estudiantes, la escuela representa el único entorno que
promoverá el uso educativo y crítico de los medios digitales.
● La formación de los estudiantes del siglo XXI requiere la incorporación adecuada de
las tecnologías para posibilitar el desarrollo de su competencia digital. La competencia
digital está reconocida como un aspecto imprescindible de la ciudadanía del siglo XXI
por la UNESCO, la Unión Europea y la Carta de Derechos Digitales española.
● La integración educativa de las tecnologías implica utilizarlas como un medio para
potenciar el aprendizaje y promover habilidades digitales relevantes en el siglo XXI.
No se trata sólo de consumir información a través de pantallas, sino de cultivar el
pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración y la resolución de problemas.
● Eliminar las tecnologías digitales en el proceso educativo implica contribuir a la brecha
digital y a generar desigualdad social entre los/las estudiantes e impedir que puedan
formarse para ejercer en las mejores condiciones posibles sus derechos y deberes
como ciudadanos/as digitales.
3. El uso que se hace de la tecnología digital en la escuela no
tiene ninguna relación con los presuntos efectos negativos de
las pantallas en la salud de los estudiantes

● Miopía: No hay evidencias concluyentes que relacionen el uso de pantallas y miopía.
En cambio, está bien establecida la relación entre miopía y cualquier actividad
prolongada que implique fijar la mirada en un punto cercano. Es decir, estudiar en papel o en digital supone el mismo riesgo para el desarrollo de la miopía. El hecho de
que muchos niños hayan reemplazado horas de su tiempo de ocio en actividades al
aire libre por el uso de pantallas sí podría haber conllevado un incremento en los casos
de miopía.
● Sueño: La investigación sugiere que el uso de pantallas antes de ir a dormir puede
retrasar la conciliación del sueño, en especial cuando se usan aplicaciones
emocionalmente activadoras, como videojuegos y redes sociales. Sin embargo, esto
no está relacionado con el uso de pantallas en la escuela.
● Inteligencia: La mayoría de los estudios que han analizado la relación entre
inteligencia y uso de medios digitales en niños no han revelado efectos negativos. En
realidad, es más frecuente encontrar estudios en que el uso de determinados
videojuegos o la visualización de videos presentan una asociación positiva con la
inteligencia.
● Atención y memoria: A pesar de lo que se suele afirmar, el uso de medios digitales no
cambia las funciones cognitivas de las personas. Sin duda, determinadas aplicaciones
atraen el interés de los estudiantes, cuando tienen acceso a las mismas. Pero eso no
significa que hayan perdido la capacidad de prestar atención. Por supuesto, una
buena planificación en el uso de la tecnología en la escuela implica prever cómo se
gestionará el acceso a estas aplicaciones cuando resulten superfluas para la tarea de
aprendizaje.
● Déficits lingüísticos: Si bien estos déficits se producirían durante la etapa pre-escolar,
la causa de los mismos no serían las pantallas, sino el hecho de reemplazar por
pantallas las interacciones sociales y lingüísticas que los bebés necesitan mantener
con los adultos para desarrollar el lenguaje.

4. Conclusión
Por todo lo expuesto, las personas aquí firmantes instamos a las administraciones
educativas y centros escolares a valorar positivamente la integración de las TIC en las
aulas, aunque siempre con base a criterios coherentes que pongan la tecnología al
servicio de la educación, que se fundamenten con rigor en la nutrida investigación que
existe al respecto, y que tengan en cuenta la necesidad de acompañar dicha tecnología
de los cambios metodológicos que permiten desplegar su potencial.
En consecuencia, subrayamos la conveniencia de proporcionar los recursos tecnológicos
adecuados, de plantear su uso solo cuando aporten valor añadido, y de proporcionar al
profesorado los tiempos, los espacios, el apoyo y los recursos necesarios para que puedan
afrontar el reto que ello supone.



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