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Entrevista con Gabriel Jaraba para la agencia Mr. Beebe: el papel del periodista en los medios sociales

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La periodista Carla Llamas me ha entrevistado para la web de Mr. Beebe, una agencia digital que introduce a las marcas en las profundidades de la difusión, el marketing y la publicidad en internet, y cuenta con clientes como Cruz Roja, El Corte Inglés y Jazztel. En ella hablo sobre los periodistas y los medios sociales y de mis libros, el último, YouTuber, y Twitter para periodistas y Periodismo en internet.

Carla Llamas es una experta en el mundo digital y además domina el periodismo de viajes. Ver su blog La maleta de Carla.

Gabriel Jaraba es uno de esos periodistas que han pasado por todos los medios de comunicación: prensa, radio, televisión y ahora Internet. En un momento en el que las redes sociales se han convertido también en grandes medios, él no ha querido perder la oportunidad de aprender y enseñar sobre ellas.

Ha publicado tres libros, Periodismo en Internet, Twitter para periodistas yYoutuber, donde, entre otras cosas, reflexiona sobre el papel del periodista en Internet y en las redes sociales.

Muchos profesionales del periodismo tradicionales se han reconvertido a los medios sociales. ¿Necesidad o tendencia natural del periodismo?

Ambas cosas. Internet ha revolucionado la comunicación y ha trastocado el periodismo. Y lo más gordo está por llegar: una oleada descomunal, un cambio cultural radical que va a transformar las propias bases de la cultura humana.

El periodismo, desde su aparición, ha evolucionado al mismo tiempo que la tecnología; de hecho, el periodismo moderno del siglo XX nace con el telégrafo, la linotipia, la rotativa y la reproducción fotográfica en huecograbado. Los medios sociales no hacen otra cosa que actualizar la promesa fundacional del periodismo democrático: dar voz a los ciudadanos para que la opinión pública se convierta en el eje central de la vida civil.

Hay quien dice que internet ha organizado la estupidez; falso: la estupidez ya estaba ahí y había sido formateada por una perversa alianza entre la televisión comercial, el consumo de baja calidad, la educación ineficiente y la política elitista que prima las burocracias partidarias y el estado irresponsable. Internet no ha hecho más que quitar el telón que cubría esa indecencia.

¿Cómo ha sido la adaptación del periodista a los nuevos medios de comunicación?

Irregular. Porque no se trataba tanto de adaptarse como de reflexionar sobre la profesión y reformularla de acuerdo con la nueva situación.

El problema es un error de perspectiva: no está en crisis el periodismo sino el negocio de la información. Ha sido un modelo de negocio basado en la inserción de publicidad que ha durado casi dos siglos y que no volverá a ser lo que era.

Los periodistas se desorientan porque parece como si los empresarios les exigieran que fueran ellos los que tuvieran que inventar el nuevo modelo de negocio informativo al mismo tiempo que les desposeen de poder, capacidad de decisión y medios para hacer periodismo. Es de locos.

Eres profesor en la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona. ¿Cómo has amoldado los contenidos de tus asignaturas a las necesidades comunicativas actuales?

Cuando entré en la facultad como profesor asociado comencé a dar conferencias y seminarios sobre web 2.0, e incorporé sus herramientas en las asignaturas que daba.

Luego ya introdujimos en el currículum la asignatura Escritura periodística en multimedia e interactivos, en segundo curso del Grado en Periodismo, que es una iniciación completa al ciberperiodismo, y yo formo parte de su equipo docente. Más que amoldar asignaturas a nuevas necesidades comunicativas hay que repensar la comunicación desde las mismas bases sentadas en la segunda mitad del siglo XX. ¿Dónde quedan, por ejemplo, las teorías consolidadas sobre opinión pública, con las dinámicas de las redes sociales?

En todo caso, es necesario poner el acento en la potenciación del periodismo en su raíz: información solvente de fuentes contrastadas, relato periodístico claro, conciso, concreto y estructurado, independencia e imparcialidad, servicio al público y no a empresas, instituciones o cualquier otro interés, tecnología puesta al servicio de la información y la ciudadanía democrática.

Lo que internet pone en primer plano en esta situación no es la incorporación de habilidades tecnológicas sino la consciencia del papel que el periodismo debe jugar en la democracia en una sociedad compleja que vive una gran eclosión tecnológica.

Tu primer libro, ‘Periodismo en Internet’ es un manual para periodistas, ¿crees que puede ser de utilidad para todo el que se esté iniciando en el mundo de las redes sociales y la comunicación online?

La verdad es que no lo pensé como un manual para periodistas aunque al final me ha salido algo parecido. Yo quise hacer un libro asequible para cualquier persona que tenga ganas de expresarse e intervenir en internet, para que lo haga con calidad, con posibilidades de incidencia, y que publicar en la red le sea gratificante y le aporte algo a su crecimiento personal. Pero claro, al final no tienes más remedio que hacer un manual de ciberperiodismo, y el libro puede ser usado como tal.

¿Cuál crees que es la red social del futuro?
Eso es lo que viene buscando Google y no le sale ni a tiros. La decadencia de Google Plus es un ejemplo de esa dificultad; también los problemas que Twitter tiene en bolsa.

La red social del futuro debería ser una combinación de lo mejor de las actuales, y eso quizá no se dé en una plataforma tecnológica unificada sino en la extensión y consolidación de un uso excelente de las redes. Serán, pues, los usuarios quienes con su capacidad colectiva de construir conocimiento (la “alquimia de las multitudes” que decía Francis Pisani) den forma a la verdadera red que necesitan.

¿Qué papel tendrán los periodistas en esa red social?

Ser curadores de contenidos, animadores de debates, verificadores de fuentes, garantes de calidad, defensores de la veracidad, promotores de la diversidad temática, formateadores del diálogo democrático, respetuoso y plural, descubridores de fuentes, olfateadores de tendencias.

Pero para ello tendrán que ir por delante de las corrientes, innovar continuamente y expresarse con solvencia y atractivo; ahora no hacen ninguna de esas cosas. El problema de los periodistas en la red actual es que somos tremendamente aburridos, previsibles y adocenados, y nos maravillamos considerando tendencias cosas que ya dominan hasta las abuelitas. El periodismo ha dejado de estar en la vanguardia de la comunicación y lo paga, pero la oportunidad está siempre abierta.

En tu nuevo libro, Youtuber: cómo crear vídeos de impacto y triunfar con ellos en Internet, te has adentrado en el mundo audiovisual. ¿Cómo ha sido ese proceso? ¿Ya eras consumidor de Youtube?

Yo había trabajado 19 años en la televisión pública y cuando la dejé me alejé del audiovisual para aprender cosas nuevas. Al centrarme en Internet y en la docencia y la investigación de lo relacionado con la red me encontré de nuevo con un mundo audiovisual que podía ser distinto pero en el que se imita peligrosamente lo peor de unos géneros y lenguajes televisivos que ya son obsoletos.

Me aproximé a You Tube en busca de aires renovadores y me topé de cara con losyoutubers; me parecieron un movimiento tan fresco y potente como el movimiento pop rock que comencé a vivir en 1962 y que me hizo ser como soy, y me he entusiasmado con ellos. No sólo porque son jóvenes sino porque quieren ser ellos mismos y expresarse como son. Los youtubers son pioneros intuitivos del germen de la televisión futura.

¿A qué público le recomendarías tu nuevo libro?

A un público joven que usa internet con asiduidad y que le gustaría tener una presencia más activa en la red, que le atrae la cultura audiovisual y que desearía aprender habilidades en este campo para poder expresarse con ellas.

Pero también a otros jóvenes que estén pensando en estudiar comunicación audiovisual o periodismo: encontrarán en la obra un manual asequible de producción y realización en vídeo que podrán llevar inmediatamente a la práctica. Sobre todo, a alguien que no tenga ni idea de cómo se hace un vídeo y le apetezca publicar en You Tube cosas que le sirvan para expresarse y que valgan la pena.

No es tanto un libro que enseñe a grabar imágenes como a mirar el mundo con una nueva mirada y hallar en él lo que vale la pena comunicar y compartir. No es un manual para la cámara sino para el ojo.

¿Y qué nos dices de Periscope? ¿Cómo puede afectar (positiva o negativamente) al periodista?

Cualquier herramienta en la red que facilite al periodista transmitir en directo acontecimientos es muy valiosa. El propio Twitter es perfectamente válido para ello, aunque no sea, lamentablemente, demasiado empleado para este fin. Emitir en directo transmitiendo a la vez imágenes en vídeo es un cañón. Pero hace falta mayor capacidad de preproducción, producción y vista periodística: diría que es una herramienta que pide ser utilizada por un equipo, por reducido que sea.

Los periodistas en la red deben experimentar con nuevas herramientas no (sólo) para aspirar a impacto o difusión sino para hallar nuevos lenguajes y formas que saquen a los géneros periodísticos y sus lenguajes expresivos del adocenamiento.

Eres un firme defensor de la educación continua. En una frase, ¿Cómo animarías a jóvenes comunicadores a no dejar de estudiar?

Muy sencillo: no se puede dejar de estudiar nunca. Si dejas de pedalear en la bicicleta del estudio te caes y te pegas una castaña.

Yo les digo a mis alumnos: no tenéis excusa para no estudiar; yo tengo 65 años y sigo estudiando –estoy acabando el Doctorado en Comunicación y Periodismo—y mi tutor tiene 32 años. Eso quiere decir que hay que aprender siempre y de todos. Yo propongo el aprendizaje continuado como modo de vida, pero no (únicamente) para formarse como profesional sino para hacerse con un lugar significativo en este mundo y vivir de modo que valga la pena. Si siempre estás aprendiendo serás feliz.

Compartimos con Gabriel Jaraba el espíritu #WildHeart y de aprendizaje constante. Si queréis leer más sobre él, os invitamos a conocer su blog, una mezcla de humanismo transpersonal, visión creativa, innovación social y, como no, mirada periodista.

Fotografía: Gabriel Jaraba con el equipo docente de Ciberperiodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona.