En el año natural coexisten dos inicios de año, el de enero y el de septiembre. Me gusta; ese inicio postveraniego seguido de un replay invernal me parece algo muy estimulante. Como la naturaleza es sabia, esos dos reinicios son mucho más provechosos que el rutinario cambio de calendario anual. Si no nos hubiéramos convertido en analfabetos simbólicos gracias a la nueva cultura literalista que se cree ilustrada y en realidad anda deslustrada, celebraríamos la existencia de Jano, el dios de la doble cara, patrón del mes de enero (januarius) y de todos los inicios, comienzos e iniciaciones.
Me he entretenido en apuntar algunos de esos consejos prácticos que tanto os gustan, de cara a la primera ídem de nuestro querido Jano en versión septembrina.
- Disfruta de las energías ilusionantes que trae el nuevo curso. Sumergirse en su estímulo permite cargar baterías y renovar el entusiasmo meses más allá. Es una situación muy especial que nos invita al goce de la perspectiva, la ilusión del descubrimiento y el placer de recontactar con nuestras propias fuerzas y capacidades.
- Sumérgete con pasión en el entorno habitual recuperado. Sé unurbanita totalmente inmerso en el entorno ciudadano. Recupera el bus, el metro, el taxi y si conviene, la moto o el coche. En contra de lo que muchos tiquismiquis pseudonaturistas creen, la ciudad tiene una valiosa y potente energía positiva: la que resulta de la agrupación de muchas mentes propias de las gentes de buena voluntad. Como rezaba un dicho medieval: el aire de las ciudades hace hombres libres.
- Abre un nuevo cuaderno de notas. Que sea una libreta maja,Moleskine o similar, de colorines y si es posible con goma atrapapáginas. Dedica esta libreta a mantener y fomentar tu entusiasmo inicial, que con el paso del tiempo decae. Anota tusplanes para el curso, tus objetivos, hallazgos: todo lo que redunde en agrupar y fortalecer tus ilusiones, capacidades, habilidades y metas. Tiene que ser un cuaderno de bitácora que sintetice tu derrotero durante el curso que empieza.
- Como se ve por los anuncios de la tele, las editoriales comienzan a proponer colecciones de todo tipo: construir maquetas, aprender a dibujar, tanques, buques y automóviles, labores del hogar y artesanías más o menos artísticas. Aprovecha para hacer algo más creativo y provechoso: consigue un libro en blanco –es decir, un album, de “album”, una cosa en blanco, en latín– y confecciona con él el álbum de tu vida tal como es ahora mismo. Fotos recortadas de diarios y revistas (o impresas de internet) con personajes o asuntos que te interesen o estimulen; breves párrafos o frases de cosas que te han llamado la atención o que tú mismo propongas; recuerdos de lugares significativos para tí que te den buen rollo (carteritas de cerillas, posavasos, sobres de azúcar, postales, flyers); fotocopias de fotos de tu colección familiar… Para tener ante ti la imagen viva de cómo es y cómo debería ser tu vida ideal.
- La vida ideal con la que soñamos se está desplegando ahora mismo ante nuestra vista. Nuestras acciones, en estos precisos momentos, serán decisivas para inclinarla en una dirección determinada. Gocemos de la magnífica oportunidad de sentirnos dueños de nuestro destino. La libreta potente y el álbum esclarecedor son las dos armas tangibles que tenemos para hacerlo. Las intangibles son la ilusión, el entusiasmo y la determinación.
- Durante las fiestas de Navidad nos proponemos seriamente que con el comienzo del año estudiaremos inglés e iremos al gimnasio. Y luego pasa lo que pasa. Piensa ahora: qué nuevas acciones podría emprender en este inicio de curso, cosas que querría hacer y hasta ahora no he hecho. Fíjate que he dicho querría y no debería. ¿Qué acciones concretas podrían marcar una diferencia entre lo que he vivido hasta ahora y lo que viviré a partir de ahora?
- Toma una hoja de papel y anota, en dos columnas paralelas, tus fortalezas y tus debilidades. Observa cómo hay una relación entre unas y otras. A lo mejor tus fortalezas no son tan fuertes; a lo mejor lo que consideras debilidades podrían ser grandes cualidades si estuvieran bien orientadas. Reflexiona sobre esto y en otra hoja vuelve a escribir dos columnas paralelas como las anteriores, perotransformando los conceptos después de haber sido revisados de este modo.
- La vida es una partida de poker. Lo que decide una partida no es la cantidad de cartas buenas que tengas sino cómo juegas tus bazas.Anota la lista de tus cartas malas. Ahora analízalas y haz una ficha con cada una de ellas. Apunta en cada ficha: ¿cómo podría convertir esta carta mala en una carta buena? Y ahora haz una tercera anotación: resume los procesos de transformación de cada carta mala, sintetízalos y construye a partir de la síntesis un programa de acción.
- No todo es esfuerzo, objetivos y logros en la vida. Mucho de lo más importante surge en la no acción, que no es inacción sino un modo distinto de actuar. En este sentido es importante el descanso, el placer y el gozo de la vida, de las cosas, de la gente y del mundo. Apunta: ¿con qué disfruto? ¿Disfruto lo suficiente con ello? ¿Con qué me gustaría disfrutar y no lo hago? ¿Cómo voy a hacer para lograrlo? Y la pregunta clave: ¿lo que me gusta disfrutar y aquello con lo que disfruto realmente en este momento me conduce a una vida más satisfactoria, plena y realizada?
- La vida no es ganar o perder, gozar o padecer. La vida es vivir, el sentido de la vida es vivirla con sentido. ¿Qué es lo que tiene sentido para ti ahora y aquí? Si tienes la respuesta lánzate a fondo a ello. Si no, sigue buscando.
Feliz inicio de curso, queridos y queridas.